Páginas

miércoles, 3 de febrero de 2016

Madame Bovary, pag 162

Porque nadie puede jamás dar la medida exacta de sus necesidades, ni de sus concepciones, ni de sus dolores, porque la palabra humana es como un caldero rajado sobre el cual tocamos melodías para hacer danzar a los osos cuando quisiéramos enternecer a las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario