Páginas

martes, 23 de junio de 2015

Carta a Guiomar

Cuando nos vimos, no hicimos sino recordarnos. A mí me consuela pensar esto, que es lo platónico. Esta teoría del recuerdo en el primer amor puede explicar también la angustia que va siempre unida a él. Porque el amor verdadero-no lo que los hombres llaman así-empieza con una profunda amargura. Quien no ha llorado-sin motivo aparente-por una mujer, no sabe nada de amor. Así el amante, el enamorado, recuerda a la amada, y llora por el largo olvido en que la tuvo antes de conocerla. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti: por no haberte querido toda la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario