Páginas

sábado, 2 de agosto de 2014

Los miserables, pag 67

Que dilatase la oración hasta una aspiración sobrehumana, es posible; pero nunca se ora demasiado, ni tampoco demasiado se ama. Y si fuera una herejía orar, aun más allá de los textos, Santa Teresa y San Jerónimo serían herejes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario