Se formaban colas en el Ruby Pier, igual que se formaban colas en cualquier otro sitio; cinco personas esperaban, en cinco recuerdos diferentes, que una niña que se llamaba Amy o Annie creciera, se enamorase, envejeciese y muriera, y finalmente consiguiera que se respondieran a sus preguntas de por qué había vivido y para qué, en aquella cola había ahora un anciano con patillas, con una gorra de tela y una nariz ganchuda, que esperaba delante de un sitio que se llamaba Pista de Baile Polvo de Estrellas para compartir su `parte del secreto del cielo: que cada uno influye en el otro y éste lo hace en el siguiente, que el mundo está lleno de historias, pero que las historias son todas una.
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