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domingo, 9 de diciembre de 2012

El mundo amarillo, pag 40


Fue aquel día cuando comprendí que dolor e una palabra que no tiene ningún valor práctico, al igual que el miedo. Son palabras que asustan, que provocan dolor y miedo. Pero, en realidad, cuando no existe la palabra, no existe la esencia de lo que quieren significar (…) Deber averiguar que sientes (como en el caso de la inyección), y no pensar que eso equivaldrá a dolor. Deber probarlo, saborearlo y decidir que es lo que sientes.

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