El amor: Querer tocarse sin tocarse, únicamente esperando que el otro quiera hacerlo. Ese desbordarse del cuerpo, saber que estás caminando allá lejos sin moverte del sitio, que tus ojos ven lo que tú no ves porque realmente ya eres otro. La vida desdoblada y temblar sin frío. Un silencio repleto de voces entre dos personas. La vida que se te va en algo tan nimio como el tacto de un alfiler. El deseo de todo lo inaccesible. Esa soledad rota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario